A partir de una iniciativa solidaria que consiste en cambiar 60 botellas de plástico por 1 ladrillo para construir escuelas, me pregunté ¿las 60 botellas podrían ser 60 ladrillos? Se me ocurrió que sí, y que de paso podríamos resignificar así uno de los elementos que consumo cotidiano que más contaminan en todo el planeta.
En esencia los ladrillos pet son botellas rectangulares con encastres en dos de sus costados, en la base y en el pico. Las botellas se acoplan entre si, sin necesidad de adhesivos, y permiten formar estructuras livianas si se las usa vacías, y estructuras pesadas, si antes de encastrarlas se las rellena con yeso o cemento.
Con estos ladrillos se puede hacer una construcción completa, reemplazando a los ladrillos tradicionales. Y si se los rellena con una mezcla de color ni siquiera será necesaria pintar la construcción.
También se podrán hacer artefactos de iluminación, juguetes, muebles, y hasta embarcaciones. El límite será la imaginación.